¿Qué diferencia existe entre colaborar y cooperar en un equipo de trabajo ya sea escolar, laboral o familiar?
Colaborar vs. Cooperar. En muchas ocasiones la Escuela ha
entendido estos dos conceptos como sinónimos o términos muy parecidos y creo
que hay que saber diferenciarlos. Tal vez el futuro de la Escuela tal y como la
entendemos hoy deba ser capaz de transformar la colaboración en favor de la
cooperación.
¿Qué es Colaborar?
Si no fijamos en la definición de la Real Academia de la
Lengua veremos cómo entiende colaborar como ‘Trabajar con otra u otras personas
en la realización de una obra‘.
De hecho, la palabra procede del término latino ‘laborare‘,
es decir, trabajo y esfuerzo. Así pues debemos entender el término colaborar
como ‘trabajar juntamente con’.
Esto implica que el grupo que colabora preferentemente debe
ser un grupo lo más homogéneo posible. Y si por algo se distingue la Escuela de
nuestros días no es precisamente por su homogeneidad, sino por su
heterogeneidad.
El hecho de vivir en un mundo tan cambiante hace que las
personas que se hallan en un aula cada vez sean más diferentes en todos los
aspectos.
Esto no significa que colaborar entre alumnos sea algo negativo
y que debamos desterrarlo de nuestra práctica docente. Simplemente creo que la
colaboración no posee el potencial que sí aporta el aprendizaje cooperativo.
¿Qué es Cooperar?
Según la Real Academia de la Lengua cooperar es ‘Obrar conjuntamente con otro para conseguir
un mismo fin‘. Si atendemos a esta definición, observaremos que el significado
respecto a la palabra colaborar es sensiblemente diferente, ya que en ella
aparece el término ‘operare 'que en latín significa trabajo, pero también implica
significados como el de ayuda y apoyo.
Esto significa que el término cooperar también lleva
implícito acciones como ayudarse mutuamente o mostrar interés el uno por el
otro.
Si los docentes conseguimos que nuestros alumnos cooperen en
lugar de que colaboren, obtendremos personas educadas en la ayuda mutua, en el
apoyo incondicional y ello indefectiblemente redundará en su crecimiento
personal ya que podrá trasladarlo a otros ámbitos de su vida.
Además cabe destacar otro aspecto del aprendizaje cooperativo,
y es se basa en la heterogeneidad de los alumnos. Y esa heterogeneidad no debe
verse como un inconveniente, sino como una oportunidad.
Los alumnos deben ser capaces de aprender entre ellos, pero
también deben ser capaces de interactuar entre ellos. Así pues, la cooperación
es capaz de trascender de lo individual a lo comunitario.
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